YO soy otra TU

Me emociona mucho cuando una mujer me llama por teléfono para contarme un poquito de su vida y explicarme así, lo importante que es para ella haber encontrado un espacio donde poder expresarse y ser, sin miras. Sin culpas, sin reproches. Sin miedos.
Es apasionante encontrar en ésos momentos un hilo que me cose a ésas mujeres y a todas las mujeres que viven sus vidas, día a día, minuto a minuto, sabiendo de ése hilo y de la necesidad e importancia de cuidarlo. Mujeres que trabajan para que siga intacto, vivo, lleno de ésa magia y ese poder. Para mí son guardianas, y yo aspiro a serlo, porque en él intuyo está todo lo que desconocemos de lo sagrado femenino: la tribu.

“Somos en la otra”, dije y se emocionó…
He escuchado tantas lágrimas en ésas llamadas. Tantas historias dolorosas, cargadas de soledad y desconexión, que a veces me gustaría juntarlas todas (las historias digo) y en un puñadito tirarlas a la tierra en un hoyo y taparlas. Regarlas después, como una gran semilla, y verla crecer con todas ésas mujeres valientes alrededor. Así veríamos que de ahí nacen frutos y que de todas ésos momentos horribles,  nacen cosas bellas después. Porque ahora vamos para arriba, para donde cada una quiera volar e ir. Siendo juntas, sostenidas, ayudándonos a ser lo que decidamos.

Cuando termino de esas llamadas o de leer ésos emails, me entra un nudo en las entrañas que me cuesta desliar. Siempre es el mismo, siempre parece el mismo dolor. Y siempre hago igual: cierro los ojos y respiro, y mando amor a ésa mujer allá donde esté. Pido porque encuentre sus llaves y abra las puertas…  Y me recuerdo a mí misma que debo estar aquí, que debo de llevar el Círculo de Mujeres a más sitios, que todas deben de saber que existe. Me recuerdo que SOMOS EN LA OTRA, porque SOMOS UNA, y en tanto patriarcado hay poco lugar para cuidarnos en manada.

Con humildad, ilusión y mucho amor cree éste círculo porque yo también tenía ( y tengo) muchas preguntas para mí misma y necesitaba (y necesito) un lugar donde poder reconocerme con otras mujeres y crear así comunidad entre nosotras: como un puente entre una misma y todo lo demás. Un lugar donde no tengo etiquetas y no quiero encontrarlas.

Y me siento tan agradecida de que el camino se abra y encuentre cada vez más sentido, fuerza, coraje y amor…
Gracias.

 

Con amor ❤

Publicado por LaTribuLunera

Proyecto de empoderamiento y sanación femenina

Deja un comentario