Si cierro los ojos tengo la sensación de andar volando entre árboles, entre ríos, entre hogueras y cuevas… Se eriza mi piel y mis dos corazones palpitan rápido. Como un tambor. Pompompompompompompompom…. Es el útero-tambor que llama a la hoguera, de nuevo, como tantas otras veces. Que invoca a reagruparse, a parar, a sentirSigue leyendo “¡3 Años!”