Soy

Soy Rosa Bellido, facilitadora y creadora de La Tribu Lunera. Mujer aprendiz
Guardiana del fuego, la risa y la tribu de Mujeres.


Nací en Málaga, el sur de España, tierra de sol, montañas y del mar Mediterráneo, aunque desde muy joven me siento del Mundo, hija de la Tierra.
Me crie muy en contacto con la naturaleza, con los árboles y la libertad de poder embarrarme, nadar, trepar en árboles y ver los pájaros.

Me apasiona viajar, conocer, aprender, compartir, cocinar, los pájaros, hacer cosas con las manos… Siento un interés muy especial por el arte relacionado con los conocimientos y rituales que tengan que ver con el sentido, la esencia humana, la Tierra, lo natural, lo ancestral, lo femenino. Me apasionan.

Desde muy pronto tuve una búsqueda muy clara sobre la espiritualidad. Recuerdo siendo muy niña, ir a la iglesia sola o adentrándome en libros que hablaran de Dios. Así fue como la meditación llegó dándome respuestas, y eso me llevó a muchos otros preciosos lugares y herramientas: el budismo, fue una fuente sanadora donde bebí durante años y que me abrió un camino precioso de autoconocimiento y de calmar y gestionar ésa búsqueda; el hinduismo me abrió un mundo de personas afines, Dioses y Diosas y el rezo como canto, y el paganismo, me adentró más y más en mi intuición al contacto con todo lo que vive en la naturaleza.
Así poco a poco, en un camino nada líneo, con muchos recodos, aristas, lagunas, subidas y bajadas, mundos diversos, iba formándome como artista (en esta carrera y camino que mi Ser eligió de expresión) y fui dándole sentido, bien adentro, desde la piel y la experiencia, a eso a lo que realmente mi alma me guíaba, que pasaba poco a poco, sin apenas darme cuenta en mi: estar al servicio, acompañar, tender espacios de amor, cuido y gratitud.

Y ahí, tras muchas experiencias, guías y señales, encontré un lugar en mi donde me supe semilla, puente, tejido.
Y ahí, es que empecé a acompañar.

Seguí formándome, investigando, estudiando y cuestionando…Aprendiendo más y más. Abierta a seguir mis pasos, mi intuición y las posibilidades que me iban surgiendo.
Muchas cosas ocurrieron… Muchas “yo” murieron y  nacieron. Y ciclos y procesos.
Me mudé de ciudad, dejé estudios, emprendí otros, fui cooperante en Senegal, mochilera recorre caminos, titiritera, viví en un templo budista, buceé en mi sombra, viví…

Emprendiendo también un camino de reflexión y de apertura con mi dolor menstrual que tantos años me estuvo acompañando. Encontrando así, un espacio de sanación propia, un hacer las paces muy bruto, primario y hermoso, dándome paz, entendiendo cosas de mí, cambiando el dolor por entendimiento y amor propio. 
Así cobró más y más sentido usar mis propias herramientas, hacer míos mis pasos,  y gestionar incluso, espacios humildes de amor y sabiduria entre amigas, incluso, sobre el ciclo menstrual y otras cuestiones.
Fue tomando forma entonces, esas ganas de aportar semillas de cambio y espacios de sabiduría femenina, que ayudaran a conocer y amar nuestros cuerpos cíclicos y habitarnos templos vivos.

Ya llevaba años en eso cuando, en  2014  me formé como Doula (acompañante en la maternidad), y esa formación me cambió completamente la vida. Fue una especie de cierre también de toda esa andadura personal, espiritual y experiencial de una parte de mí. Un nueva tierra era yo. Una madurez brotaba. Una nueva terapeuta más completa, enraizada y poderosa.
Supongo que todo estaba listo… Y lo sentía de verdad. Tan así que en esa nueva yo, quedé embarazada de mi hijo Ryo, y apareció con él, en mi vientre y corazón este sueño, esta hija, esta tribu.

Así, cuando ayudé a nacer a Ryo en ese precioso invierno de 2015 en el salón de mi casa en pleno cerro lluvioso, me nací guardiana de esta tribu. Me supe canalizadora de una fuerta hija que también venía.

Y así ocurrió en primavera, de todas las vivencias y sentires,
de todos estos años de autoconocimiento, reflexión,  introspección, investigación, formación y estudio con la intención de acompañar, especialmente a mujeres, en su propio autoconocimiento, autocuidado y sanación, presenté a mi hija al mundo.

Durante estos siete años he ido aprendiendo a ser su madre. He llorado, crecido, reído, aprendido y madurado mucho. He acompañado a muchísimas mujeres en muchísimas etapas, ciclos y momentos: muertes, nacimientos, partos, crisis, separaciones, reconexiones consigo mismas, ceremonias, rituales, quietud…Aprendiendo cada día, con ellas, el arte de acompañar. La hermosa y “dura” vida de acompañante. De la que está al servicio de la vida. De la aprendiz.

Y no sólo he aprendido con ellas, conocidas o desconocidas, mujeres que van llegando. También de grandes maestras y maestros, de mí, MadreNaturaleza, mi hijo, las experiencias, los guías, formaciones, cursos, mi propia intuición…

Y a ir soltando capas, pieles, miedos y sombras…personalmente, reconstruyéndome.

Llegando a facilitar espacios, talleres, círculos de mujeres, charlas, encuentros… Acompañando embarazos, partos y pospartos, lactancias y crianzas, sesiones individuales, ceremonias y rituales femeninos, y tantas cosas, tantos momentos, tanta buena semilla… Incluso en la loca aventura de ser nómada con mi familia durante casi tres años, y vivir viajando, montando todo esto de forma presencial en ciudades, pueblos y aldeas, sin rumbo fijo.

Si… Hemos crecido (este proyecto y yo) muchísimo desde entonces…
He vuelto a ser mamá de una preciosa niña llamada Noctiluca, he ido armando proyectos artisticos y de tribu en mi ciudad, he gozando tanto del vivir cada dia…

La vida es un regalo y ser custodia y facilitadora de La Tribu Lunera para mi es una auténtica revolución que me enseña a cada paso y me hace sentirme plenamente viva, en mi lugar, con las manos ofreciéndolas a la vida.
Porque me siento una mujer que crece de semilla a brote en estos momentos y quiero acompañarte a que crezcamos, florezcamos y vivamos juntas

Te doy las gracias por acompañarme,

Con todo mi amor, amor, amor,



Conoce mi proyecto personal.
Una BITÁCORA MENSTRUAL
que es ESPACIO MEDICINA,
donde comparto contigo escritos y
sabidurías aladas…


«Cíclica y nómada»

8 comentarios sobre “Soy

  1. Hola Rosa.
    Acabo de re-encontrarte por causalidad… no te buscaba, pero apareciste.
    Qué regalo!
    Me encanta lo que cuentas, cómo lo cuentas, tu fuerza, tu creatividad, la expresión desde el Corazón. .. waw!
    Te abrazo y te sigo de aquí en adelante.
    Gracias, gracias, gracias por acompañarnos y crear este espacio seguro.
    Abrazos llenos de Luz,
    Naiara. Ananda Devi Ma
    Desde la Tienda Roja del Norte ❤

    1. Hola Naiara! Qué bonito lo que me dices!!
      Muchísimas gracias!! Y qué bueno reencontrarnos en este mar de fueguitos…
      ¿Conoces nuestro proyectito «Cíclica y Nómada»? Igual podemos organizar algo juntas en esta tiendita hermosa del norte!!! 😛 Lo dejo por ahí… para el universo y para ti!

      Gracias de verdad!!
      te abrazo hondo hermosa.

  2. Te abrazo fuerte y no te conozco. Gracias por aportar tu luz al mundo. Es necesario. Las mujeres en tribu nos volvemos más sabías e intuitivas, nos volvemos leonas y lobas, nos acariciamos el pelo y el alma.
    Mi nombre es Alicia, somos casi vecinas, vivo en Granada y también me dedico a acompañar a mujeres y mujeres-madres desde el amor. En Instagram soy indhimama (te conozco gracias a esta maravillosa red social) y me ENCANTARÍA poder conocernos! Te mando un abrazo fuerte lleno de amor 💫

    1. Gracias querida ñor tus palabras. Somos tan poderosas en tribu… Recordando, reinventandonos y sumando siempre.
      Ya te sigo! Asi puedo aprender de ti y seguir tu preciosa labor. Nos encontraremos o acaso será reencontrarnos? Te abrazo♡

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