No sólo eres una… ¡Eres mil!

A lo mejor me crees loca si te digo que dentro de mí existe diferentes “yo”. Cada una de su madre y de su padre, como suele decirse. Con su personalidad y energía. Sus altas capacidades y sus sombras… Me creerás más loca aún, si te digo que lo mismo te pasa a ti. Que tú no eres una como te han enseñado, que no eres lineal y que ésos cambios de humor, ésos cambios de energía que sientes a veces no viene de una bipolaridad no detectada, sino que eso también es una gran mentira que nos han querido inculcar desde siempre, especialmente a las mujeres, para tenernos controladitas (incluso hormonalmente) y que si sales de ese «control», de ésa supuesta normalidad, eres irregular, estás loca o inestable.

Eres mucho más de lo que imaginas, y no solo eres UNA, eres cuatro o más. ¿Sabes lo mejor?  A lo largo de tu ciclo menstrual puedes descubrirlo, y darle vuelta e indagar en tanto malestar e incomprensión.
Pues eso, dentro de nosotras existen muchos universos que afloran en sentires y personalidades con los diferentes “arquetipos” que nos ayudan a ser. A lo largo de nuestro ciclo cambiamos de energía, de sentir, de pensar, necesitamos de cosas distintas… Los arquetipos formar parte de ésos cambios.

La palabra “arquetipo” viene del griego (“arché”) y quiere decir “fuente”, “principio”, “modelo” o “patrón”. Se refiere a los patrones más básicos y profundos que hacen nuestra personalidad y nuestros comportamientos; modelos de actuar y de ser, que son patrones que viven en el inconsciente colectivo desde siempre (como dijo  Carl Jung).

Cuando conocemos y conectamos con ésos arquetipos dentro de nosotras se escucha un “click” y un sinfín de grandezas se abren en nuestro interior. Como puertas que se abren de par en par para el disfrute y el gozo. En ellos está nuestro propio autoconocimiento, y eso nos da poder y fuerza. Nadie más poderosa que tú para sanar tus heridas y trabajar las penas.
Conocer los arquetipos nos ayuda a ser más consciente de lo que somos, de nuestra cíclicidad: el poder de renovarnos constantemente, de la conexión vida-muerte-vida que nos une al gran ciclo de la creación, esta hermosa Mamita Tierra que nos acoge.
Además, cuanto más conozcamos e integremos ésas cualidades que cada uno de los arquetipos nos muestra,  más se nos ofrecerá las posibilidades de utilizar sus grandes riquezas y habilidades cuando más los necesitemos en diferentes momentos de nuestra vida.
En cada una de nosotras predomina, en las cuatro etapas del ciclo menstrual (menstruación, preovulación, ovulación y premenstruación) cuatro arquetipos, que son: bruja, doncella, madre y chamana. Estos arquetipos se conectan también con las cuatro estaciones de la Naturaleza: invierno, primavera, verano y otoño, y los cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego.

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En esas “pequeñas etapas” de nuestro ciclo menstrual hay mucha sabiduría y habilidades, cada momento es perfecto para reflexionar, aprender, reconocernos, y adentrarnos en este camino de autococimiento y descubrir cómo nos afectan ésos arquetipos, ayudará a darles lugar (y por tanto permitirnos y darnos lugar, así como enriquecernos), autoconocernos y reconocernos portadoras de mucho poder, de ésa ciclicidad hermosa, siendo hijas de esta Tierra.

¿Estás preparada para conocerte como nunca? ¡Vamos allá!

 

Publicado por LaTribuLunera

Proyecto de empoderamiento y sanación femenina

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