Luna llena de sangre

Varias luneras en estos días, me han preguntado qué características emocionales, físicas o espirituales tiene menstruar en luna llena. Y aunque a cada una les he contestado largo y tendido y hemos hablado en profundidad según su necesidad, me gustaría compartir con todas vosotras un poquito de esta magia cíclica de nuestra luna y la luna llena. ¡Allá vamos!


Se conoce que la luna llena es una energía de expansión, pues su luz y brillo está completo y ella, entera. Es como una gran madre redonda, nutridora, acogiéndonos con su luz, iluminando el camino.
Dicen que es la luna de los deseos, que nos aporta visión y claridad, y que además nos trae limpieza, entendimiento y magia.

Desde muy antiguo, esta fase de la luna hace referencia a la fertilidad, y se dice que hay muchos partos y nacimientos bajo su energía.
¿Será que somos cíclicas como ella y la energía lunar nos influye? 😉

Vale, necesito volver aclarar, aun sabiendo que lo he hecho muchas veces, que nuestra ciclicidad, al igual que nuestra personalidad, nuestros cuerpos, vidas y circunstancias, son distintos. Cada una es un universo hermoso, distinto de cualquier otro. Y así ha de ser.
Por tanto, creo que no podemos generalizar (como a veces se hace) diciendo que menstruar en tal fase de la luna es mejor o peor que en otra.  Desde mi punto de vista, seguimos perpetuando la idea insana de unos cánones (si, a la mujer se le impone para todo: belleza, la mejor madre, el mejor parto, las tallas, las formas…) y algo completamente ficticio: menstruar según el manual de la “perfecta menstruante”, la que más en sintonía con la luna está, la más “natural” y blablabla.

Sinceramente, no me gusta nada cuando leo por muchos lados que menstruar en luna llena indica que tienes un problema con tu feminidad, un desajuste, o un “nosequé”, porque “la mujer en sintonía con su ciclo, aquella quien respeta su esencia femenina”, y blablablabla, “menstrúa como nuestras abuelas (supuestas) en luna nueva”…
o_____o’

Emmmh…..¿De verdad?!

Pues no. Ni caso, tú tranquila. Mira hacia adentro, ahí está la clave y el manual.

Si actualmente estás menstruando en luna llena o si habitualmente o alguna vez lo has hecho, no te pasa nada particularmente con eso, porque vamos ciclando, es decir, girando, moviéndonos en según qué sintonías, sincronías y energías.
Lo importante es que entiendas y sientas, que es muy importante para tu propio autoconocimiento, conocer y conectar con tu ciclo, así como en observar en qué fase lunar de nuestro satélite estás menstruando, ovulando o qué fase lunar coincide en tu fase premenstrual o preovulatoria . Porque es interesante ver cómo la fase lunar propicia y complementa nuestras energías, e ir conociéndolas y anotándolas, nos ayuda a descubrir los patrones que repetimos en nuestro ciclo menstrual, las distintas emociones, experiencias,  como nuestros gustos varían, nuestros sueños, nuestra forma de vestir, etc, para así experimentarnos, gozarnos y empoderarnos.
Esa relación que tengas con la observación de la luna del ciclo y tu propia luna (tu ciclo, tu sangre), va a enseñarte y mostrarte muchas cosas sobre ti misma: tu propio manual.
Habrá momentos en los que  menstrúes con la abuela luna nueva, en oscuridad, buceando tu sombra… Y otras, en los que la abuela esté creciente, llena o menguante, ¡y es maravilloso así, distinto!

  1.  Porque te hace volver a recordar que somos cíclicas, cambiantes, que constantemente estamos danzando en movimiento, al compás de nuestra propia medicina, ritmo y  sonido.
  2.  Porque  precisamente cada energía lunar nos  manifiesta algo, nos trae mensaje, nos aporta una energía creativa distinta, y por tanto, nos hace conectar de una manera distinta con nuestro centro, con nuestra naturaleza y con lo que el momento que estamos viviendo requiere.Si ocurre todo eso, ¡¿cómo vas a estar desconectada de tu ciclo, solo por menstruar en  luna llena?!

Entonces, vamos a conocer qué energía nos mueve la luna llena en general y menstruando en particular:

 

*La luna llena nos ancla a la tierra, nos ayuda a conectar con su magnetismo y fuerza. Nos hace ver afuera para poder ver dentro.
Somos animalillas que, en su naturaleza mamífera, saben orientarse por la luz y las sombras aunque a veces se nos olvide.
*Nos ayuda a conectar con nuestras intenciones, con nuestra propia nutrición.
* Nos invita a cerrar ciclos, a soltar, a limpiar nuestras emociones…
*Nos hace estar hacia fuera, expandiendo lo que somos, conectándonos al reflejo de lo que vemos-sentimos (afuera) para reconocernos.

*A nivel energético nos hace estar muy “llenas”, en abundancia, creativas, nutriéndonos, con ganas de compartir el brillo que somos (sin darnos cuenta a veces de cuan graaaaande es de verdad, porque como digo, socialmente conectamos mejor parece, o  nos movemos más cómod@s siendo desde afuera, pero como es afuera es adentro y si no hay dentro, no hay fuera)…
*Con esta luna, podemos aprender a transformar la energía, conectarnos a ese “somos una” con el Todo y transformarnos a nosotras mismas quizá no desde la sombra (como podría ser en luna nueva) o conociendo nuestros “desafíos internos”, sino más desde las relaciones: nuestra forma de relacionarnos con nosotras mismas, nuestras acciones para con nosotras y con l@s otr@s, nuestras “auto-limitaciones” (falsas) y creencias… Todo lo que tenga que ver con el interactuar, con el sentir, con la “locura” de envolvernos emocionalmente.

¿No te ha pasado alguna vez estando en luna llena, sentirte inquieta, quizás volátil, irascible, desubicada… sin saber muy bien qué te pasa, y al rato, sentirte conectada, abierta, entregada, sensual… poderosa?

Es que esta luna brillante y hermosa, nos transmite una vibración de alegría, como de plenitud.  Mueve nuestras mareas (nuestras emociones) según el proceso espiritual que llevemos: tal vez hacia las olas, en donde necesitamos remover ideas/emociones estancadas/mensajes no escuchados… O hacia la calma, con aguas mansas, donde nos sentimos llenas de júbilo y conexión.
Entonces, ¿cómo afecta especialmente a nuestra “agua roja” (nuestra sangre) esta luna?

 

*A veces estamos tan afuera en nuestro día a día, que no somos conscientes de la necesidad de nuestro cuerpo (sea luna llena o cualquier otra fase) y si nos toca menstruar estando la luna tan grande y hermosa, hay como una especie de batalla adentro. Se desata la furia, la locura, la desgana,  la desidia, la ira… Todas esas emociones que hemos ido guardando en nuestro cuerpo sagrado, que no han sido escuchadas durante cada fase. Ésas necesidades, ese descanso o sueño no cubierto, los deseos de cada una de nuestras mujeres… Y claro, eso no solo lo hace la luna llena, somos nosotras, y ocurre siempre que venga nuestra sangre y no seamos consciente de nuestro ciclo, de lo que nos pedimo. Pero esta luna concretamente tiene mucho poder de emoción, de hacer lo pequeño grande y lo grande, pequeño. Eleva nuestra vibración en todos nuestros planos de existencia, y reconfigura nuestra consciencia… A veces haciéndonos parecer que estamos perdidas…

*En algunas ocasiones, el flujo menstrual es muy abundante, recordándonos su fuerza, trayéndonos mensaje de limpieza profunda y del fluir. Es importante ser conscientes del parar aquí especialmente y conectar con nuestro propio ritmo, darnos esa escucha y merecimiento.  Echar el freno, si el cuerpo muestra esa necesidad, escucharnos, mimarnos… Bajar la adrenalina que nos da esas ganas de vivir y compartir. Mimarnos y pasar tiempo al aire libre, solas quizás (y en silencio)  disfrutando de la luz.
*Hay veces que, precisamente ésas ganas “locas” de vivir, nos hace conectar con nuestro poder femenino de una forma muy especial y con ese misterioso “don” que da la sangre: la sabiduría profunda, ese arraigo que nos conecta bien hondo a tod@(s) y nos hace interactuar de una forma muy particular. Y ahí es cuando, de nuevo, entra el reconocer esos misterios y regalos que trae la menstruación, donde honramos nuestra feminidad y entregamos de vuelta todo nuestro potencial a la vida; incluida, por supuesto, nuestro elixir rubí.

Y es que, ¿alguna vez has entregado tu sangre a la tierra, a la luz de la luna llena? Mmm ésa sensación de libertad, de romper los muros que nos creamos día a día y ser animal, loba, aullando salvaje, despojándose de roles, miedos, máscaras… fluyendo, expandiendo, amándonos.

Si no lo has hecho, y estás menstruando, te lo recomiendo, es pura liberación.

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Para terminar, es muy interesante pararnos a observar cómo nos tratamos a nosotras mismas y cómo es nuestra relación con nuestra sangre.  Observar los cambios que hay fuera, y cómo n
os abrimos o actuamos con todo eso. Porque según cómo vamos cambiando y evolucionando, aceptando y transformando, nuestro ciclo se regula, equilibra y expresa el mensaje necesario o en la energía necesaria, para seguir ese proceso que necesitamos vivir….
Es parte de nuestra alquimia.

Así que respira, fluye, obsérvate y date espacio para conocerte, vivirte y gozarte, porque durante cientos de años, alrededor de todo el mundo, las mujeres hemos ido menstruando en todas las fases lunares y eso nos ha aportado un significado especial y una vivencia distinta en cada una de nuestras lunas de sangre.

Con amor a raudales para ti,

Publicado por LaTribuLunera

Proyecto de empoderamiento y sanación femenina

8 comentarios sobre “Luna llena de sangre

  1. Raro pero a la vez emocionante, hoy mas temprano ya me sentia rara y un poco loca! sentia que algo iba a suceder y asi fue, me cambio el ciclo, en realidad se atraso 10 dias, y acá estoy, menstruando en luna llena. Me encanta leer sobre la luna pero nunca lei nada como esto, me ayudo a entender mejor y a que sea mas leve. Gracias brujitxs, lxs sigo.

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