La Tribu Lunera

Este es un proyecto multidisciplinar para mujeres, que ofrece espacios de sabiduría, reconexión y aprendizaje profundo, acompañando procesos y habitándonos hijas salvajes de esta Tierra.

Es un espacio de cuido donde aprendemos sobre nuestros cuerpos mamíferos de mujeres, acompañamos las emociones y los procesos personales y cíclicos que construyen nuestra historia.

En esta tribu la vivencia es holística: ese ser inmenso que eres se construye con los detalles más pequeños de tu experiencia. Por eso brindamos espacios que te permitan ir a esos detalles, paso a paso, sin perder la consciencia de que ya eres un ser completo e indivisible.


La Tribu Lunera es un lugar donde bien llegar y adentrarte y habitarte, en la infinita gracia de ser tu propio rezo, cuido y canto.




Durante mucho tiempo, sin saberlo, buscaba un lugar donde sentirme acompañada, sostenida y segura. Era una especie de sentir que no te sé explicar mejor pero que me iba guiando a encontrar personas, espacios de encuentro con otres y lugares dentro de mí. Me guiaba ese sentir, me llevaba por los caminos con algo que iba creciendo en mi corazón…
Esas ganas traían consigo un sentir de pertenecer, de no sentirme tan sola, de dejarme acompañar y acompañar también a otras personas.

Yo quería llegar a un espacio donde poder ser yo sin tener que dar explicaciones o excusas, donde hablar sobre mi cuerpo con otros cuerpos y juntes, compartir procesos, experiencias, herramientas, sabidurías

Un lugar donde hablar de mis inquietudes, del patriarcado, del dolor, de las intuiciones… Donde encontrar a otras mujeres-hermanas y sostenernos juntas, aprender, construir, armar círculos, cuidarnos entre todas, tejer redes y crear un mundo distinto, desde una respuestas amorosa, coherente, honesta y que abriera caminos para el espíritu, la raíz, nuestros cuerpos y en general, los seres completos que somos.

Tras muchos intentos de espacios comunitarios, ecoaldeas, lugares feministas, auto-gestionados, etc… Sentí muchos fracasos, crisis, momentos de soledad y de ruidos mentales e incomprensión. Hubo muchas decepciones, momentos extraños, dudas y duelos…pero también muchas “caídas” en cuenta y aprendizajes en mi interior. Poco a poco iba siendo más simple la idea….

Iba entendiendo realmente que no estaba buscando nada, pero sí que estaba encontrando.


Encontré una forma de unir mi mente inquieta e intelectual, mi corazón apasionado y sincero, mi espíritu aventurero de sagitariana, mi cuerpo menstruante y las herramientas que iba recogiendo, aprendiendo, recordando y experienciando por el camino…

Encontré con un sentir en mí, un regalo, una misión que fue idea, semilla, clara visión, que parecía un sueño…. Un espacio amoroso, sostenido, conectado y que diera lugar a vivir consciente desde el alma, la mente y el cuerpo, sosteniendo el autocuidado, la sabiduría interna y la reflexión, el cuestionarnos, el bien llegar.

Y ahí se plantó, en el corazón de mi útera.

Fue en otoño de 2014, mientras me formaba como Doula y llevaba a mi hijo en mi vientre, que fue gestándose con mucho amor, silencio e intimidad esta hija idea: La Tribu Lunera.
Y no fue hasta la primavera de 2015, desde mi propia necesidad puérpera que encuerpó todas aquellas ideas y sentires, que la lancé como semilla a la Vida, tras parirla a la tierra como proyecto creciente lleno de esperanza y gozo. Sin miedos, con la absoluta certeza que el mundo, que nosotras, necesitamos de este espacio.

Es un espacio vivo, cíclico y que muta, se transforma, canalizando una vida muy antigua que no es mía, pues está poblada de tiempos, memoria, mujeres y sabiduría de la tierra.  

Con ella te ofrezco espacios de mimo, bienestar, quietud, silencio, autoconocimiento, y tanto más…Volviendo a cantar a tu espíritu, encarnando tu cuerpo mamífero que es cíclico y templo, recorriendo tus pasos, agradeciendo la vida, los procesos, la existencia… Mientras abrazamos también las sombras, la medicina, la incertidumbre….

Y es que La Tribu Lunera crea puentes, teje mantas, abre caminos, susurra, palpita, ayuda a recordar que en nosotras está la fuente, la sabiduría, el amor puro… Y que la vida es un gozo, una infinita posibilidad, que brota en la íntima conexión contigo misma, pero que se enaltece y nutre también del tejido, de ser juntas, de sabernos parte.

Como es mucho y bonito aquí lo compartido, lo hace a través de nuestros “tipis” que son espacios que nos ayudan a acompañar cada pedacito del Ser completo que somos. Con coherencia, naturalidad y respeto hacia los procesos, los ritmos y el cuerpo.
Son lugares que han ido creciendo conforme La Tribu Lunera y yo, crecíamos, en este hermoso camino juntas de unir útera-corazón-cabeza-espíritu, y que contigo nos reencontrábamos.


Los tipis-espacios que te ofrezco son los siguientes:

Donde conocer, gozar y aprender sobre nuestro ciclo menstrual, las lunas
y los ritmos cambiantes, habitándonos templo.

Donde aprender a ponernos en el centro de nuestra vida y a darnos lugar de mimo,
amor propio y cuido.

Un espacio donde nutrir el espíritu, re-aprender a comunicarnos con nuestra intimidad e interioridad y recordarnos Mujeres Altares. Nutriendo nuestro bienestar y paz.


Acompañando este proceso que es aventura
y viaje inmenso desde el comienzo
y sosteniendo
todas las etapas con mucha presencia.

Donde recordar, conocer y habitar con nuestra fuerza
y raíz, pariendo y encarnando nuestro poder personal.

Un tipi de presencia plena, refugio interior
y curAcción propia.


Disfrutando, agrandando, recordando y habitando el rezo del vivir, el gozo de existir, y el inmenso regalo de estar vivas.

Siendo manada, clan, memoria, refugio, hoguera, bosque, piel y abrazo, raíz y mar, galaxia y templo de ti misma, para ti, y también para todas, en tribu, en amor.


Bienvenida seas, criatura , a tu tribu.

Te abrazo infinitamente, desde el tipi Madre, Málaga (Andalucía, sur de España), ofreciéndote mi gratitud y amor por estar acá, yo,