«La regla» no es una regla

Una vez más, nos contaron una gran mentira y nos hicieron creer que era tan cierta, que ahora está en nuestras vidas acampando en nuestras mentes y en nuestros cuerpos, sin que nos demos cuenta.
Nos enseñaron a nombrar ésa mentira de miles maneras: regla, mi prima, comadre, warry, andrés, el tomate, «esos días», la machacona… Palabras con ciertas connotaciones negativas, cargadas de tabú y de historias patriarcales, que nos predisponen a sentir en el cuerpo cosas que igual no se sienten tan así y no son tan ciertas.

Por todas partes recibimos mensajes negativos sobre la menstruación. Podemos ver vídeos y parodias. Leer chistes, comentarios horribles que asocian nuestro humor o nuestros comentarios con si vino o no «la regla».¡La regla! ¡Como si nuestro sangrado tuviera un principio y un fin!
Existen pastillas que controlan cuándo ha de venir, anuncios en la tele que enseñan una compresa con un líquido azul como si fuéramos marcianas, o es socialmente sabido que si te pones un «tampon» puedes bañarte en el mar, ir al gimnasio o montar en bici (hacer tu vida normal, sin que «lo noten»).
Es un momento trágico cuando te levantas de la silla  o ves que tu pantalón está «manchad@» con sangre. Por supuesto también lo es el hecho de pedirle a otra mujer ,casi en susurros ,si tiene otra compresa porque «me ha bajado».
Es muy normal ver cientos de marcas distintas  de compresas o tampones en cualquier supermercado, con emboltorios de colores super chillones (curioso, después de que menstruar siga siendo un tema tan tabú) o ver atestada de ellos la papelera abierta del baño de cualquier sitio público.

Tu prima,tu madre, tu amiga, tu compañera de trabajo, tu novia… incluso tú misma, viven su sangre como un incordio, algo que «les jode» el día, el verano, el viaje programado o cualquier momento de su agenda o vida.
Muchas mujeres incluso desean no tenerla nunca y firmarían lo que fuera necesario para que no volviera jamás, para no sentir ése dolor tan horrible que paraliza el cuerpo y te hace temblar, echa una bolita. ¿Quién no ha tomado un ibuprofeno o una saldeva en un momento de ésos? ¿Cuántas mujeres lloran de dolor o de rabia por tener que sangrar cada mes? ¿Cuántas se maldicen por ser mujeres? ¿Cuántas de ellas quisieran ser hombres o que los hombres sintieran ése dolor?

En muchos países, menstruar es símbolo de inferioridad, impureza y pecado. Las mujeres tiene prohibida la entrada a templos sagrados, relacionarse con gente o salir a la calle.
O socialmente son sabido muchos mitos sobre qué no hacer cuando tienes la menstruación: no hacer mayonesa, no regar las plantas, no tocar a un bebé, no teñirte el pelo, no montar en bici, no tomar aspirina, etc.

¿A cuántas mujeres les da asco su propia sangre, se sienten sucias y detestan su olor ésos días? ¿Cuántas mujeres no conocen qué pasa en su cuerpo días antes de menstruar, días del sangrado y los días después? ¿Cuántas mujeres se sienten «irregulares» y  han comprado más de una vez algún test de embarazo preocupadas porque no les venía «cuando les tenía que venir»? ¿Cuántas de ésas mujeres no saben que es normal ser irregulares?

Pero… ¿No es algo para reflexionar tanto fastidio, tantas historias para no dormir, tanto dolor, por algo que ocurre en nosotras más de 30 años, todos los meses unos días?

Y…qué significa menstruar con consciencia, qué es realmente menstruar y cómo es eso que hay mujeres que esperan ése momento cada mes con deseo y ganas…

¿Lo habías pensado?

Continuará…

Publicado por LaTribuLunera

Proyecto de empoderamiento y sanación femenina

2 comentarios sobre “«La regla» no es una regla

    1. Es cierto que existe ése ciclo tan «corto» para muchas mujeres, pero te sorprenderías de lo habitual que es (mucho más quiero decir), de ciclos de más de 36 días. Nos mienten al decir que somos irregulares porque no seguimos una regla exacta

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