La Mujer Salvaje

Si está llamando, ve.
Ve con lo salvaje.

No te creas ajena a esa naturaleza en ti. Tú ya eres una mujer salvaje.
Para llegar a ella no necesitas máscaras, todos esos dogmas de pensamiento que lees, todas esas supuestas facetas que ella tiene.

Tú ya eres una mujer salvaje porque en ti habita una naturaleza indómita. Que es instintiva, única, y que forma parte de la Tierra.


Pero, ¿qué es la mujer salvaje?

Es la mujer fuerte que te nace de las entrañas, que personifica el poder de los volcanes, la transformación del proceso, lo cálido de la carne, la potestad de los huesos y la imparable nobleza del alma. Es la que va más allá del tiempo. La que acoge los jirones y los convierte en huerto de flores y luciérnagas.
La que sabe.

La que canta… En tu cuerpo tierra, creadora de vida. Y está conectada con las galaxias, con los giros de la tierra, con el gran espíritu. Pero también con la hormiga, las lombrices, la tierra inerte, los duelos, tus desgarros, con el amor, los desechos,  lo más bonito y podrido de ti. Con todo. Sin juicios. Sin tonterías.

No, no tienes que ir a la cueva, desnudarte, hacerte foto y decir “mira qué salvaje soy”. Porque lo salvaje es lo cotidiano. La calle repleta de criaturas extrañas, diferentes, jugando a ser humanes. El bar de siempre, con la comida de siempre. La cola en el pan y esa vecina que siempre te mira raro, pero sonríe y saluda, te observa.
Salvaje son tus ganas, criatura, cuando sales adelante aunque no sepas. La fuerza en un día de mierda, mientras tu hijo berrea cual monstruo caliente y tú lo amas, a pesar de todo. La lágrima que te desborda cuando todo cae. Ése momento santo, ése instante donde todo parece ir muy muy lento y tú ves las partículas del universo en la cosa más tonta, más cotidiana, y no importa, porque ahí entiendes todo, así, por la cara, sin más.
Salvaje son tus células que siempre avanzan, se reproducen y transforman. Los ciclos de 7 años que regeneran todo tu ser completamente. El nacimiento y la muerte.

No solo son salvajes los corzos allá en la montaña, el águila, la ardilla loca en ese chopo. Las mariposas, los topillos, los cardos y las piedras. Tu pelo, tu saliva, tu vello en el ombligo, las miradas…

Tú, mi niña. Tu mente, tu naturaleza y alma.


Y es que ser salvaje no es una religión new age, es la profundidad de tu vida y la simpleza. Lo sexual que es camino. Lo sagrado que es sencillo.  Lo que guardas en tu latido.
Y tu rostro.

¿Te das cuenta?
Incluso aunque seas una cautiva, aunque te sientas domesticada, en ti también habrá pensamientos que te nacen de lo salvaje. Pensamientos naturales que te invitan a soñar, a crear realidades, a entenderte posibilidad.


Ve más allá entonces. No seas pensamiento. Practica ser la salvaje.
La loca. La desmedida. La que brota.
La sabia. La sabia. La sabia.

Derrama el amor que te nace. Expándete en la intuición. Agrándate las miras. Cose unas alas para ti y cúbrete con ellas en tu día a día, y en tu vida.

Reconoce la plenitud, la salud y la extensión de vida que hay al entenderte plenamente completa, siendo tú misma, sin tapujos, sin vergüenzas y sobretodo sin límites. Justo ahí, en el lugar donde tienes que estar. Sea el proceso que sea. Aunque duela, aunque pique, aunque no sepas. Como la vieja araña que teje sin importar dónde. O el movimiento de las garzas que emigran. O el muérdago que da frutos en otoño…

Y sé tan salvaje como las ballenas, querida. Ellas buscan su manada. Y con ellas, al acercarse, cantan. Cantan para que todes escuchen el sonido del universo a través de sus grandes bocas. Ellas, las destartaladas, las gordas, las de movimientos grandes…. Se tan salvaje como ellas.
En las ondas chiquitas (y grandes) de tu vida.
En la posibilidad.

Y recuerda,
no importa la jodida foto, los libros, las personas que te digan qué es
“la naturaleza salvaje”.
Lo salvaje, lo no domesticado, lo libre… es lo que brota en mitad del bosque de la vida.

Y la mujer salvaje es tan inmensa que no tiene nombre.

Con amor,
Rosa Bellido
Criatura Salvaje

Publicado por LaTribuLunera

Proyecto de empoderamiento y sanación femenina

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