Iniciando…*🌈

Estando en la cordillera de los Andes conocí a un hombre medicina del pueblo mapuche. Me habló de una fuerza que veía en mí, como un fuego interior, que debía reconocer y gestionar, pues si la cuidaba podría ayudar a otras persona en su camino y si la dejaba ahí sin más, podría apagarme para convertirme en una sombra.

A lo largo de mi vida he sentido esa fuerza en mi interior. Ésa llama mágica que aviva mi ser y me convierte en pura energía y entrega. Transformada en dar siempre lo mejor de mí, en ayudar al otr@, en buscar respuestas y encontrar la conexión de todas las cosas de la Vida.

Este proyecto es una afirmación de vida para mi. Un acto de amor.

Siempre digo que, meses atrás, ayudé a nacer a mi hijo sí, pero sobretodo me parí a mi misma  y renací, naciendo en la vida desde otro lugar y otras formas. Reconociendo en mí una fuente de vida que, como el agua, sabe fluir, es generosa y va sanando. Desde entonces me siento algo distinta, o alguien. Como si todo ése «ansia» de búsqueda de tantos años atrás hubiera menguado para convertirse en llaves que abren puertas dentro de mí, una a una.

Y me siento feliz y agradecida. En paz.

Y  entonces surge La Tribu Lunera,para conectar, sentir, difundir, sanar, amar, danzar, compartir, acompañar…
Lugar de amor y gozo.

Este es el comienzo por aquí pero La tribu Lunera surge hace algo más de dos años. Surgió en casa, entre risas y juegos, en alegría. Lo que iba a ser solo el nombre de nuestra familia, se convirtió en un proyecto que cobraba vida día a día…

¡Y aquí está ahora!
Con su propia personalidad, con su vida e historia compartida, en este espacio virtual que será su cuevita física, contenedora, pero que se expondra como siempre, con toda su magia para el mundo. Lleno de tantas ganas e ilusión.
Claro, sabemos que los comienzos son algo difíciles, y que hay que ir pasito a pasito con coraje, fuerza y mimo. Porque han habido (y habrá) momentos muy difíciles (hubo un tiempo en que necesitó reposo y cama, colmarle de buenas palabras y mimos, cuidarle muy bien) pero es fuerte como un roble y valiente como el sol. Y aquí está, sonriendo.
Y sonríe porque sabe que todo eso quedó atrás y que su historia, la verdadera, la buena, comienza ahora aquí. Ahora que nace.
Ahora que está naciendo.

<3