Es de tod@s sabido que cuando te quedas embarazada tu mundo cambia por completo. Los meses para todo el mundo pasan súper rápido, pero para ti que ansías ver la carita de tu bebe se hacen años los diez meses (si, has leído bien, porque completan 10 meses si llegas a la semana 37…). Con todo ese tiempo (¡10 años! jijiji) imagina la de cosas que cambian en ti: tu cuerpo-cueva, tu mente, tus costumbres, tu sueño, tus proyectos… ¡Hasta tu casa! Todo para la llegada de es@ cachorrit@ que te está haciendo más fuerte, sabia y amorosa… ¡Más redondita!
Cuando tu precios@ bebé ya está contigo, los primeros meses son de adaptación: ambos (y el papá, la familia, l@s amig@s, tal vez el/la vecin@ de la lado por los nuevos ruidos…)necesitáis tiempo para conoceros y ver la manera de volver a ser un@ en dos cuerpos ahora. Has cambiado, claro, físicamente es obvio, pero también emocionalmente eres otra. A lo mejor lo llevas mejor o peor, según como seas y como sea tu bebé, pero es innegable que eres otra tú después de parir y de nacer tu bebé (que no es lo mismo). Ahora vives por y para tu bebe, y aunque antes en el embarazo también era así, ahora ves su vulnerabilidad al verle dormir o llorar y eso te coge un pellizco en el pecho. Ves ésa responsabilidad tan hermosa desde lo mejor de ti para dársela sin pedir nada a cambio, porque es la razón de tu vida, lo más maravilloso que existe.
Y es hermoso verse así, dadora, tan amorosa, nutriendo siempre, porque el mundo cuando eres madre es un lugar que cuidar constantemente: te vuelves más protectora con tu gente, con otr@s niñ@s, con todo lo que te rodea.
Pero pasan los meses… y ya vas cogiendo “tablas”, vais creciendo juntos y va cambiando la cosa. Ahora tu cachorr@ es más independiente y ya puede estar tiempo con sus cositas (aunque a lo mejor aún no muy lejos de ti, y menos mal, ¿no? :D) y tú misma sientes que algo dentro de ti también está cambiando. Que vuelves a querer retomar ciertas cosas que antes hacías o querías hacer. ¿Antes…. cuándo? ¿Antes, en el embarazo, o antes de todo eso? ¿Hubo más vida más atrás?
¿Qué pasó con ese tiempo? ¿Qué pasó con la mujer que eras? ¿Quién eres tú o qué más allá del puerperio que vives ahora? ¿Qué eres además de madre?
¿Qué pasa ahora? ¿¿¿???
Con tanto ir y venir.. Cuidar y adaptarse, hay poco lugar para una misma, y tener un poquito de tiempo contigo. Y está bien, es tiempo de eso, tiempo en que no somos “una misma” somos mamá-bebé una hermosa diada (o triada cuando papá o la otra mamá) y eso es necesario y es lo que toca, y debería de favorecerse más a nivel social ese momento (y alargar permisos de trabajo y agrandar la tribu). Pero despues de ese tiempo de infinita felicidad en los que solo somos-estamos para amar a nuestr@ cachorr@, una se da cuenta que hay vida mas allá del nido y la cueva y quizás se siente culpable por querer hacer cosas para ti…
Mujer maravillosa, te propongo éstas posibles puertas para que cuando sientas que la cueva-nido se te viene encima, entres en tu espacio y al entrar cuelgues tu traje de supermamá, y ahí estés tu contigo misma:
1- No te sientas culpable. Nadie te ha enseñado la cantidad de mujeres que eres dentro de ti, la cantidad de facetas que tienes… Querer (re)descubrirte es maravilloso y positivo.
2- Recuerda que no estás sola: tu pareja, tu familia, tus amig@s… están ahí deseando cuidar a tu bebe. Puede que al principio sea difícil confiar en otr@s el cuidado de lo que más quieres en el mundo, pero date y dales tiempo. Confía, ell@s también le quieren.
3- Busca grupos de crianza, en ellos podrás encontrar a otr@s madres/padres/bebés en la misma situación y hacer tribu es super importante.
4- Únete a un círculo de mujeres, son espacios sagrados que te ayudarán a reencontrarte con lo que eres y quieres ser, con todo tu potencial y tu energía; con tu feminidad poderosa y tu ser más profundo. Ésos momentos serán solo para ti y para las mujeres que lo compartan.
5- Oblígate a buscar momentos en el día solo para ti. Nada de limpiar la casa, hacer la comida, la compra, quedar con la familia… Solo tú contigo.
Date una ducha con velitas e incienso y echa alguna esencia en el agua, ponte a bailar, rescata un estuche de colores y exprésate en un folio dejándote llevar, sumérgete en un buen libro o un café, alíate con la almohada y cúrate en sueño, lleva un diario donde desarrolles tus emociones y donde verás cuán grande y frondoso es tu mundo interior, apúntate por fin a ese curso que tantas ganas tenías, ve una película, da un paseo, haz yoga… ¡Gózate!
6- Habla con tu bebé y cuéntale de los cambios, de lo que quieres hacer, explícale que papá se quedará esta hora cuidándole y jugando con él sin mamá, o el plan que sea, ell@s saben lo que ocurre y es respetuoso contarles qué van a vivir o con quién van a estar.
CuidArte es el arte de darte amor y cuidados.
Tú eres lo más importante, amorosa y valiente mujer, así que busca esos momentos y cuídate.
Se feliz ♥