Lunera, terminado con el plan de autocuidado que te propuse hace ya muchas semanas atrás, vamos con el punto número 5 (puedes ver los otros aquí) en donde hoy te hablo de “cómo profundizar en ti”.
Espero que lo disfrutes 🙂
Para ello te planteo primeramente unas preguntas…
¿Qué cuál es? El AUTOCUIDADO.
El profundizar en ti.
Si, en los tiempos locos y violentos que corren, donde a menudo nos olvidamos de lo bonito, de la esencia de las cosas, de lo importante y lo sencillo…
En esta sociedad que refleja l@ perdid@s, violent@s y enferm@s que estamos a menudo…
El autocuidado es una aunténtica revolución.
Es la mejor arma. Porque implica varias cosas:
- Reconocer tu gran capacidad:
de sostenerte, de acompañarte, de mirarte bien, de hacer las cosas fáciles para ti, de darte amorcito, tiempo, espacio…
Y también de unir mundos. Porque… ¡ay hermana! Cuando una está bien, puede sostener y cuidar a otr@s, ¿verdad? Sino ¿cómo? Una estaría en constante desequilibrio, tratando de que l@s demás estén bien sin prestarse atención propia, y luego vendría el desgaste, los bloqueos, la mala salud, las emociones de la sombra… Y eso no nos pasa a nosotras, ¿verdad? ¡Que va!
No, lunera no. Desgraciadamente sí que nos pasa (no soy muy ducha en escribir irónicamente…) por eso tenemos que tenerlo presente más a menudo y reconocer nuestra capacidad para darnos el autocuidado que necesitamos y merecemos.
Y así ¡crear puentes que verdaderamente cambien las cosas!
Porque cuando tú te cuidas, tienes raíz, fuerza, conexión, valor para el día a día, para todo lo que esté por venir…
Profundizar en ti es una forma bella de regalarte justo lo que necesitas: amor propio, seguridad interna, reconexión con el cuerpo, sanar tus ciclos, aliviar el dolor, no sentirte a ti misma tan lejos…
Y aunque esté constantemente diciéndotelo, no me canso: la terapia menstrual es como una aguja que cose muchas herramientas para ese autoregalo.
Para ahondar en ti, profundizarte, vivirte y reconocerte.
Te ayuda a hacer las paces con tus mujeres y tus ciclos, saber que tu ciclicidad es un tesoro y un mapa único, y ayudarte a recordar que tú eres lo más importante. Es ese comienzo revolucionario de amor propio que necesitas… Qué quieres que te diga, estoy enamorada de este hermoso regalo.
(Si quieres conocer más de ella, mira por aquí y aquí especialmente).
El autocuidado, en definitiva, es un camino difícil diario porque a menudo, entre prisas, rutinas, trabajos y diversas historias que a lo mejor no son tan importantes, nos olvidamos de que nosotras somos precisamente eso: ¡la más importante!
Tenlo presente. Afina la mirada. No te olvides de ti.
Ámate mucho. Siéntete mucho. Vívete mucho.
2- Darte momentos diarios de amor propio:
Desde un rico baño, comer comida nutritiva y saludable, a tomar consciencia de tus respiraciones, observar tus emociones o cómo te hablas internamente.
Es muy importante que tengas en cuenta este plan diario que te he ido ofreciendo todas estas semanas y que lo adaptes a ti día a día, por tiempo pequeñito que sea. Trata de que al menos sea constante: hoy una taza de té o café tranquila, respirando… Mañana unas meditaciones… Pasado un paseo pensando bonito, etc. ¡De eso se trata! De practicar, practica, practicar.
Si no practicas, es teoría y las palabritas se las lleva el viento…
3- Atender tus necesidades reales no las expectativas de otr@s.
A menudo nos creemos que son nuestras muchas “cargas”, tensiones o emociones de otr@s, ¡y no lo son! Tener un rol activo en nuestro camino de autoconocimiento, en nuestra vida diaria, nos permite ir viendo esas necesidades reales que muchas veces, no son tan “altas” como imaginábamos, sino que son más bien sencillas, cotidianas. Quiero decir que estamos acostumbradas a idealizar demasiado las cosas, y creemos por ejemplo que hablar de “sagrado” o de “mujeres conscientes” no implica ya el día a día, sino que tenemos que “conseguirlo” como si esto fuera una meta a largo plazo. Y no. Ya somos mujeres sagradas. Ya somos mujeres consciente, ¡lo que hay que hacer es creérnoslo y empezar a vivirlo!
No necesitas de fuera, está en ti. ¡La salida es hacia dentro!
Atiende todo aquello que vaya saliendo porque forma parte de tu camino y tu proceso.
Justo todo eso que salga, todo eso que vivas en tu día a día, aunque no te lo creas, es porque estás preparada para afrontarlo, gozarlo, exprimirlo, saborearlo e integrarlo en ti.
4- No ponerte excusas, ni compararte:
“Ay, es que fulanita lo tiene más fácil porque ella lleva muchos años en esto….”, “ … es que menganita tiene muchos cursos hechos y claro, ella sabe…”, “es que mi vida siempre ha sido más difícil que la de ella”. Etc…
Parece que tú eres la última de la fila no solo en atenderte, sino en capacidad, herramientas o magia. ¿De verdad te lo crees?
Entramos en bucle no solo comparándonos en este mar “perfecto” que nos venden esos escaparates como facebook, instagram y otras redes sociales… Perdemos mucho tiempo de nuestra vida pendiente de lo que tiene “la otra”, de lo que hace, de cómo lo hace, de porqué lo hace… Y entre todo ese tiempo, no volvemos a nuestro centro, sobre nuestros propios pasos, para ver quiénes somos nosotros, qué hacemos, cómo lo hacemos o por qué lo hacemos.
¡Conecta contigo! Utiliza esa mirada bonita que pones en l@s otr@s para mirarte a ti. Si lo ves en otr@s… Si ves todo eso bonito que son, que tienen, que hacen, es porque tienes la capacidad de reconocer todos esos dones y por tanto, ¡están en ti! ¡Actívalos!
y no te compares. Cada un@ tiene su tiempo, su proceso, su ritmo propio y sus circunstancias. ¡No somos iguales! Y eso consiste la magia del vivir.
5- ¡RESPIRAR!
Que la vida es todos esos segundos que se van juntando para armar el día… Y no somos mujeres perfectas, ni seres super poderos@s… Somos cuerpos finitos, vulnerables y altamente creadores y también cambiantes. Lo que hoy nos vale, probablemente mañana no. Lo que hoy me preocupa, tal vez la vida se encargará de ir dejándolo por el camino pasado los días…
¡RESPIRA! Porque lo importante, lo básico, lo más especial, ya lo tienes. ¡ERES TÚ!
Lo otro es solo un camino, una actitud, una determinación propia, un compromiso contigo misma y sobretodo, tiempo, práctica, detalles, segundos, mimo, amor, aceptación…
No te quedes sin aire, llenando tu vida de cosas y cosas y cosas (expectativas, idealizaciones, teorías, miradas de otr@s, tensiones, comparaciones, complicaciones….). Vacíate para llenarte, y eso solo puedes hacerlo a través del auto cuidado, viendo lo que sale, lo que nace del fondo de tus océanos y de tu sombra.
Sigue respirando,
que la vida es corta y el camino siempre parece largo…
Con amor amor amor a raudales para ti, hermaga,
Rosa Bellido.
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Pregúntame
Qué gran mensaje!!! Gracias por hacernos mirar hacia adentro. Te mando un fuerte y cariñoso abrazo.
Gracias querida Marcela!! Cuidándonos, amåndonos… hacia el corazón ♡. Abrazo de vuelta!!